A finales de julio el Ayuntamiento de Madrid nos «sorprendía» con la noticia del acuerdo alcanzado con DUS, ADIF y Ministerio de Fomento, en torno a lo que hemos conocido siempre como Operación Chamartín.
Este acuerdo, que fue presentado en rueda de prensa el pasado 27 de julio, al que denominaron Madrid Nuevo Norte, es considerado por las asociaciones vecinales como
una nueva oportunidad perdida para reequilibrar la ciudad
La Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid y la Plataforma Ciudadana Madrid Zona Norte (compuesta por AV La Flor, AV de Valverde, AV La Unión de Fuencarral, AV Familiar Ur del Poblado de Fuencarral, AV Virgen de Begoña, AV de Montecarmelo, Asamblea Barrio del Pilar 15M, AV Valle-Inclán de Prosperidad, AV Familiar San Cristóbal, FRAVM, Asociación de Propietarios Minoritarios y Afectados por la Operación Chamartín y Asociación para la Defensa del Estado Derecho), en nota de prensa posterior lamentamos que el Consistorio se haya plegado a los intereses de la entidad financiera, perdiendo una oportunidad de oro para avanzar en el reequilibrio de la ciudad.
Aunque en el acuerdo se rebaja el número de viviendas respecto al plan inicial de Distrito Castellana Norte, sigue siendo excesiva la cifra de 11.000 viviendas que incluye el nuevo proyecto, de las cuales solo un 20%, 2.200 pisos, serán de protección oficial. “En el Noreste sobran viviendas y oficinas vacías, como sobran en el resto de la ciudad, por lo que no es necesario construir más, pero si se construyen lo que necesitamos son pisos públicos de alquiler económico, ya que apenas tenemos en nuestra zona”, indica Félix Arias, portavoz de la FRAVM y de la plataforma.
La lista de espera de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS), que en estos momentos engrosan 14.000 personas, muestra a las claras la existencia de una fuerte demanda de vivienda social en la ciudad, una necesidad que Madrid Nuevo Norte podía haber ayudado a solventar con más contundencia. La federación vecinal lamenta que se destine tan poco suelo público a atender este problema, y que el Ayuntamiento continúe con el modelo de concentrar en los distritos del Sur y Sureste la vivienda social y las infraestructuras y negocios más contaminantes, mientras reserva el Noreste para viviendas y oficinas de lujo.
Pero si el número de viviendas del nuevo plan resulta excesivo, lo es más el volumen total del espacio edificable, que apenas se ha reducido un 20% respecto a la propuesta de DCN. Hablamos de 2.830.000 m², de los cuales ¡1.100.000 m² se destinarán a terciario, a oficinas!
Las asociaciones vecinales del Norte estamos muy preocupadas por la enorme congestión urbana y de transporte que puede generar en la zona este crecimiento, es decir, por la invasión de coches que sin duda generarán los nuevos moradores y las personas trabajadoras de las empresas que se instalarán en el nuevo “distrito financiero”. Vehículos privados que sin duda generarán más atascos y un incremento de los ya preocupantes niveles de contaminación atmosférica. “Tenemos que vigilar cómo se van a acometer actuaciones como la reforma del Nudo Norte o la conexión entre la Castellana y este nudo, y todas aquellas que tienen que ver con la mejora del transporte y la movilidad en el ámbito”, sostiene Félix Arias, que no puede ocultar su sorpresa por el momento en que se ha producido el anuncio de una operación que llevaba 23 años paralizada.
Recordemos que desde abril el Consistorio tiene en sus manos un documento elaborado por la Plataforma Madrid Zona Norte y la FRAVM que recoge propuestas y demandas específicas de los barrios de la operación. Demandas como la finalización del bulevar de Mauricio Legendre, el uso público de los equipamientos deportivos y culturales de la EMT, el aislamiento del barrio de Las Tablas, la reducción de la contaminación acústica de Virgen de Begoña, la revitalización de la abandonada colonia San Cristóbal, la urbanización completa de los Poblados A y B de Fuencarral o el acceso peatonal a la estación de Chamartín, intervenciones concretas que, en algunos casos, los vecindarios llevan más de 20 años esperando. Algunos de estos barrios populares como Virgen de Begoña, el casco antiguo de Fuencarral o San Cristóbal, se encuentran en los límites geográficos de la operación pero se verán profundamente afectados por ella, por lo que las asociaciones vecinales pedimos que, aprovechando la ocasión y de una vez por todas, se ejecuten planes de intervención que acerquen esos barrios al resto de la ciudad.