Desde hace ya algún tiempo, el Ayuntamiento de Madrid está cerrando paulatinamente diversos servicios y programas sociales que ofrecían recursos a las personas con dificultades en diferentes áreas: personas dependientes, mayores, inmigrantes, familias con bajos o nulos ingresos, jóvenes, etc.
En lo que va de este año 2012, son ya dos nuevos programas los que han cerrado o están en proceso de cierre entre marzo y mayo: por un lado, el programa de prevención de adicciones, y por otro, el servicio de dinamización de espacios públicos SDEP.
Ambos programas se estaban desarrollando hasta el momento en nuestro distrito y contaban con el apoyo, no solo de las personas que se beneficiaban directamente de los mismos, sino de toda la población y asociaciones del distrito, que valoramos positivamente el trabajo que han venido realizando.
Desde la Asociación Vecinal La Flor entendemos que los Servicios Sociales son la base de la existencia de las administraciones públicas. Gestionar adecuadamente estos servicios ofreciendo una atención de calidad, con un enfoque comunitario, abierto, participativo e inclusivo, es la principal tarea del Ayuntamiento, a la que debe dedicar sus mayores y mejores esfuerzos.
Y estamos convencidxs de que si la distribución del gasto del presupuesto municipal, si la elección de las prioridades del gasto, estuviesen en manos de la ciudadanía a través de unos presupuestos participativos, las conclusiones serían otras, pues pondríamos por delante las necesidades de las personas excluidas, de las personas, colectivos y familias con dificultades, en lugar de dedicarle fondos (nuestro dinero), a unas obras faraónicas (como la de la M30), a reformar el Palacio de Cibeles para la sede del Ayuntamiento, o a mantener asesores y coches oficiales (más de tres millones de euros en el 2011 para los asesores del Ayuntamiento).