Al hilo de una demanda que nos hace la Federación Regional de Asociaciones Vecinales, con el fin de evaluar la situación de los Centros de Atención Primaria en los diferentes distritos de Madrid, en estos meses de pandemia, desde la Asociación Vecinal la Flor hemos puesto en común algunas cuestiones al respecto.
En relación con los centros abiertos en diferentes barrios, hemos preguntado si la atención es telefónica, presencial o ambas, si tiene servicio de urgencias, si se tratan además otras patologías diferentes de la covid19, si hay retrasos mayores de 72 horas en los PCR, si se realizan rastreos y si se hace, y quién lo hace, seguimiento de personas positivas.
De los centros contactados, el resultado es este.
Antes del inicio de la pandemia, la Sanidad Pública ya sufría una profunda crisis a todos los niveles, como consecuencia de una política de recortes presupuestarios que la han llevado a una escasez de medios y profesionales incompatible con una oferta de calidad suficiente.
La Atención Primaria, que recordemos resuelve más del 80% de los problemas de salud de la población, es la gran olvidada en la gestión presupuestaria, recibiendo un exiguo 14% del presupuesto total para sanidad, incumpliéndose así el compromiso político de 2018 de elevarlo al 20%, muy lejos aún del mínimo aconsejable, que supera el 25%.
Hablando con algunas profesionales de los centros consultados, nos comentan algunas cuestiones relacionadas con la falta de personal, que aumenta la carga de trabajo, como el hecho de que “no existe cobertura ante la ausencia/baja (enfermedad, jubilación) de profesionales, por lo que es habitual tener que doblar turno o repartir agendas, con la consiguiente sobrecarga de trabajo”.
Esta ausencia de cobertura es especialmente grave en Pediatría donde, según nos dicen, es frecuente que al niño o niña le vea la persona titular de Medicina de Familia o se deba derivar a otro CAP con Pediatría o al Hospital.
Esta situación, que ya llevan arrastrando mucho tiempo, produce una importante desmotivación y agotamiento por el gran volumen de trabajo y la frustración que conlleva no poder realizar una atención personalizada. Notan muy poco apoyo de las instituciones sanitarias.
Y no parecen tener mucha esperanza en que se solucione uno de los principales problemas: déficit de profesionales y de personal de rastreo. Aunque, por otra parte, se habla de un proyecto para evitar que los CAP sean los encargados de dar el resultado de las PCR.
Se darían vía SMS, lo que, sin duda, aliviaría parte del trabajo diario, siempre que, además, se resuelva el gran déficit de líneas telefónicas y telemáticas, pues en estos momentos hay dificultades para atender a quien llama, y enviar información de forma personalizada.
Estas pequeñas píldoras, no hacen sino mostrar un ejemplo del día a día que viven las profesionales sanitarias y vivimos las vecinas y vecinos de los barrios.
Por ello, creemos que resulta inaplazable la elaboración de un plan estratégico de reconstrucción del Sistema Nacional de Salud y el incremento de la financiación, una nueva política de recursos humanos que acabe con la precariedad actual, y una reconstrucción en toda regla de la Atención Primaria y la Salud Pública, verdaderas herramientas sanitarias para hacer frente a ésta y otras situaciones de crisis sanitarias que inevitablemente se producirán.