Estos días, desde la Comisión de Feminismos de la FRAVM hemos estado reflexionando sobre algunas cuestiones relacionadas con el papel de las mujeres en el movimiento vecinal. Un papel que todas las vecinas y vecinos reconocemos básico para el desarrollo que ha tenido a lo largo de los años de existencia y que, aunque se visibiliza cada vez más, aún no ha cuajado en los cambios y transformaciones que necesitamos.
Para ello, hemos diseñado este decálogo, de forma que nos sirva a todas las asociaciones (no solo vecinales), para avanzar, comenzando por la utilización del lenguaje inclusivo en la denominación de nuestras entidades. Somos asociaciones vecinales, no solo de vecinos. Os dejamos con estas ideas para que las vayamos poniendo en práctica.