2012 cerró con la cifra de personas desempleadas más alta de la historia en España: 5.965.400 paradas, según la EPA. Es decir, un 26,02% de la población en general y un 55,1% de los jóvenes. Los datos en Madrid, aunque ligeramente más bajos, reflejan el mismo escenario catastrófico. De hecho, fue la comunidad autónoma que registró la mayor caída en ocupación laboral en números absolutos. No hace falta hablar de los más de 1,8 millones de hogares que tienen todos sus miembros en paro o de aquellos que no perciben ningún ingreso. Tampoco de los más de 500 desahucios que se ejecutan al día o del incremento de las personas que viven bajo el umbral de la pobreza. Las cifras de desempleo hablan por si solas del rotundo fracaso de la reforma laboral y de los planes de recortes del Gobierno central.

Hoy es urgente poner sobre la mesa las dramáticas consecuencias que las políticas de austeridad están teniendo sobre las mayorías sociales de nuestros barrios y pueblos y mostrar un camino para evitar el desastre, camino que se resume en la urgente necesidad de rescatar a la ciudadanía antes que a los bancos. Bajo esta premisa, asambleas del 15-M, afectados y afectadas por las hipotecas, asociaciones vecinales, colectivos juveniles, de inmigrantes, entidades culturales, grupos que trabajan con la infancia y con colectivos en riesgo de exclusión,… han puesto en marcha la Red por la Dignidad de los Barrios y Pueblos.

El nuevo espacio nace enraizado en lo local, pues es en los barrios donde más se ven las consecuencias de las políticas de quienes nos gobiernan. Es en los barrios donde pueden verificarse, día a día, los efectos de la brutal desigualdad económica de nuestra sociedad y cómo se traduce en desigualdad de derechos. Ante ello, la Red persigue que confluyan muchas de las iniciativas que luchan contra la exclusión social, el empobrecimiento y el abandono de nuestros barrios.