Lo que conocemos como cultura tiene diversas acepciones. Aquí vamos a considerarla desde la perspectiva de las creencias, saberes, pautas de conducta, símbolos, medios de comunicación y de relación entre las personas y las comunidades.
La cultura, en este marco, es la expresión de las ideas dominantes en la sociedad que vivimos, en este caso, una sociedad patriarcal capitalista, y esa expresión se manifiesta a través de múltiples instrumentos, unos más simbólicos y otros más estructurales, materiales, organizativos…
Como decimos en el libro 40 años haciendo barrio, la cultura con mayúscula no existe, aunque eso sea lo que siempre nos han vendido y han intentado que asumiésemos. Tampoco existe eso que llaman nuestra cultura, cuando lo que se pretende es ponerla frente a las otras y, además, en lugar privilegiado.
Pero sí existen las guerras culturales animadas desde las altas instancias políticas, religiosas y mediáticas, cuando se utilizan las creatividades de grupos y personas como armas arrojadizas, con objetivos ajenos a la creación artística y con intención de infundir miedo y censura.
En una de estas nos vimos cuando se utilizó la función de nuestros compañeros Títeres desde Abajo para acusarles de enaltecimiento del terrorismo por la representación de la obra La Bruja y don Cristóbal, en el carnaval de Tetuán en febrero de 2016. Y, por desgracia, vemos que algunos Ayuntamientos de esta legislatura en la que nos encontramos, han optado por una guerra cultural abierta, con férreas censuras.
Por eso es importante recordar que, aunque los poderes políticos y económicos nos orienten hacia los valores y formas de expresión de la cultura dominante, en todas las comunidades existen múltiples culturas y manifestaciones culturales que escapan al poder instituido, y que es ahí donde cobra importancia la acción de las vecinas y vecinos de los barrios, de los distritos, de las ciudades, pueblos y aldeas…
Es en este ámbito, donde la Asociación Vecinal La Flor tenemos claro nuestro papel de mestizaje entre todas aquellas culturas de nuestro entorno enfocadas a la inclusión desde las diversidades y la transformación de la cultura patriarcal.
Así, desde su inicio, La Flor participamos en la Plataforma por unas Fiestas Populares, que durante todos estos años ha mantenido vivo el objetivo de visibilizar de forma colectiva la cultura popular de las vecinas y vecinos del barrio del Pilar y mucho más.
También, desde el cierre del Teatro Madrid en el 2011, seguimos reivindicando su transformación en un Teatro abierto a los barrios del distrito, donde las expresiones artísticas de los grupos de teatro, música y baile dispongan de espacios adecuados para ensayos y actuaciones. Igualmente reclamamos un nuevo uso ciudadano para la antigua fábrica Clesa. Y nos sumamos a todas las reivindicaciones que buscan que los espacios públicos sean co-gestionados por las vecinas y vecinos de los barrios.
Y, por ello, también, en el 2020 pusimos en marcha Onda Violeta, la radio comunitaria que nos acompaña a diario pero, sobre todo, los martes de 17 a 20 h desde el Centro Comunitario Guatemala.